Mundos cálidos y otros
James Tiptree, Jr.
Nebulae
Warm Worlds and Otherwise
1975

Abril de 1985
Traducción de Carlos Peralta

242 páginas
Ilustración Julio Vivas

Relatos que contiene:

  • Todas las clases de sí

  • La leche de Paraíso

  • Y he llegado a este lugar por caminos errados

  • El último vuelo del doctor Ain

  • Amberjack

  • A través de una chica, oscuramente

  • La muchacha que estaba conectada

  • Los saurios que florecen de noche

  • Las mujeres que los hombres no ven

  • Desliz

  • Amor es el plan el plan es la muerte

  • En la última tarde

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     Enfrentarme a colecciones de relatos siempre me ha costado mucho más que leer novelas, sobre todo por la concentración que exige el cambio de relato: nuevos personajes, nueva trama, generalmente un nuevo estilo,... Por eso muchas veces después de leer una antología tengo que dejar pasar un cierto tiempo antes de empezar otra. Eso no quiere decir que no me gusten los relatos. Simplemente me cuesta mucho más centrarme en ellos que en una novela. Quizás por eso la satisfacción que me produce el acabar una antología tan buena como esta sea mucho mayor que el acabar una buena novela.

     James Tiptree Jr, pseudónimo utilizado por la psicóloga Alice Sheldon, es uno de esos autores cuasi desconocidos hoy en día y que merece la pena revindicar por la calidad elevado de todo lo que publicó en vida. Es bastante injusto que para el público en general los nombres que suenan sean los consabidos Clarke, Asimov, Heilein o Herbert, cuando los escritores realmente notables que hacen a muchas personas como yo seguir confiando en la CF siguen en el más absoluto anonimato. En este caso esto puede ser más comprensible debido a que Tiptree cultivó básicamente el relato olvidándose prácticamente de la novela. Y las colecciones de relatos en el mundo editorial actual no se llevan, algo completamente injusto. Pero estoy divagando.

     Existen muchas razones para ensalzar el trabajo de Tiptree, pero si destaca sobremanera en uno es por su increíble y cuidado estilo narrativo. Todos y cada uno de los relatos que se pueden encontrar aquí podrán ser más o menos acertados pero están contados de una manera impecable y fuera de cualquier discusión. Y después podemos encontrarnos con su facilidad para concebir personajes realmente humanos y extraterrestres con personalidades extrañas y, a la vez, creíbles (cosa bastante complicada porque, como todo el mundo sabe, los únicos extraterrestres que conocemos somos nosotros mismos).

     Este compendio de historias recoge los relatos que publicó durante sus primeros años como escritora y contienen algunas joyas inolvidables como La muchacha que estaba conectada, Las mujeres que los hombres no ven o Amor es el plan el plan es la muerte, seguramente los mejores relatos que se pueden encontrar aquí.

     La muchacha que estaba conectada cuenta la historia de una mujer incapaz de integrarse en la sociedad en la que vive debido a su apariencia física. Después de un intento de suicidio es contratada en el hospital por una empresa para conectarse a un maniquí físicamente perfecto, manejarlo a distancia y ser, básicamente, su alma. Así, estando conectada 24 horas al día consigue lo que antes era incapaz de hacer: relacionarse con la sociedad. El problema surge cuando a través de ese cuerpo que controla se enamora de un hombre. Contada de forma descarnada con un estilo claro y directo, en este relato consigue algo que muy pocos escritores consiguen. No identificación, algo que en este caso no se busca, sino auténtica empatía: comprender y asimilar los sentimientos que tiene el personaje y, además, que te importe lo que le ocurre, que haya transmisión entre el lector y el texto. Y Tiptree lo consigue de forma sobresaliente.

     Un poco por debajo de éste se encuentra Las mujeres que los hombres no ven, una historia que se desarrolla en Centroamérica donde una avioneta se ha estrellado y sus cuatro tripulantes, dos hombres y dos mujeres, se ven obligados a sobrevivir durante unos días en un ambiente selvático. Aunque el contenido fantástico no aparece hasta las últimas páginas, me ha recordado bastante a alguna de las historias que Lucius Sheppard escribió a mediados de los 80 y que se desarrollaban en ambientes similares.

      Y para culminar con este trío tenemos uno de esos relatos que han hecho de la CF una experiencia única, en este caso contar una historia desde el punto de vista de alguien que no es humano y hacerlo de un modo verosímil y comprensible. Y es que Amor es el plan el plan es la muerte describe la vida de un ser que no quiere culminar su ciclo vital y la lucha denodada por salirse del camino marcado por su instinto, aunque obedecerlo sea al final inevitable. Escrito en primera persona requiere un esfuerzo para meterte en la narración, pero una vez dentro, resulta muy absorbente.

     El resto de las historias, aunque palidecen un poco comparadas con estas tres que he comentado, alcanzan siempre un buen nivel. Especialmente El último vuelo del doctor Ain, la historia de cómo alguien es capaz de esparcir por todo el mundo una enfermedad mortal (¿la génesis de 12 Monos?), o En la última tarde, donde vuelve a un tema recurrente en su literatura: el contacto entre una inteligencia humana y otra alienígena.

     El problema es que está fuera de catálogo y hay que bucear en las librerías de segunda mano para hacerse con un ejemplar. Una de las diez mejores antologías de CF publicadas en España. Una compra obligada si tiene la suerte de localizar un ejemplar.

© Ignacio Illarregui Gárate 2000
Este texto no puede reproducirse sin permiso.